Miguel Esteban - Toledo
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La Casa Rural Santa Ana se erigió con el recuerdo del pasado de la Ermita de Santa Ana y con el fin de realizar actividades que supongan un punto de encuentro entre gentes que busquen la tranquilidad y el ocio.





El pequeño cerro donde se sitúa la Ermita de Santa Ana, con una altitud notable desde la llanura, se vislumbra desde todas las huertas de las poblaciones que le rodean, especialmente desde Miguel Esteban y el Toboso.



De Casa Santa Ana a Ermita Santa Ana, en la lejanía de la distancia y en la proximidad de una mirada.



Visible desde todas las huertas de alrededor.

La Ermita de Santa Ana se derrumbó tras ser abandonada por los monjes durante la desamortización de Mendizábal.

Los monjes, durante su estancia, además de la oración, realizaban actividades y trabajos para los fieles.

Tras el abandono, Santa Ana se convirtió en un paraje idílico para pastores y esotérico para otros.

El pequeño cerro donde se sitúa la Ermita de Santa Ana, con una altitud notable desde la llanura, se vislumbra desde todas las huertas de las poblaciones que le rodean, especialmente desde Miguel Esteban y el Toboso.

En estas imágenes pueden verse muestras de lo que aún es, cuando perfila el sol en sus puestas. Con su planta de cruz latina, todavía conserva parte del ábside y un arco de la bóveda, además de la mayoría de sus muros.